Cabo de San Antonio en un óleo sobre tabla de 33 x 22 cm / Pintor Alejandro Cabeza
El boceto está tomado desde la parte de Denia. Aquí se puede observar la orografía de su costa y sus salientes pétreos, terminando la visión en el propio cabo de San Antonio en la lejanía. Este estudio refleja los últimos rayos del atardecer que se proyectan en la pendiente de los acantilados, donde hay un juego entre luces y sombras que muestran los relieves escarpados de la superficie.
He realizado varios trabajos de esta zona desde ambos sentidos, entre Denia y Jávea, tanto del propio Cabo como de la zona rocosa y el mar. A pesar de ser el mismo lugar las perspectivas son totalmente diferentes y ofrecen distintas visiones del entorno. No descarto realizar otras puesto que el "El paisaje es un género de riquezas infinitas, alcanzarlas requiere el estudio profundo de cada obra, en cada pincelada. Pintar sin estas riquezas solo muestra una incapacidad desprovista del talento.” Son estos pequeños bocetos los que nos ayudan a hallar obras más completas, pequeñas referencias rellenas de impresiones y colores que nuestros ojos son capaces de reflejar en el ejercicio de pintar.
El cabo de San Antonio, ubicado entre Denia y Jávea, forma parte del parque natural del Macizo del Montgó. En esta área, se encuentra una reserva marina que protege una zona de transición entre las costas bajas y arenosas con materiales detríticos del golfo de Valencia, y los acantilados de hasta 150 metros que son típicos del norte de la provincia de Alicante. Estos acantilados están protegidos por el parque natural del Macizo del Montgó.
La combinación de estos elementos crea un relieve submarino variado, lo que permite la existencia de varios ecosistemas. Tanto el Montgó como el cabo de San Antonio forman parte de la última unidad del sector Prebético. Los materiales que se pueden observar en esta área datan desde el Cretácico inferior hasta el Cuaternario.
Sobre su Geología el área muestra una suave flexión sinclinal, ligeramente inclinada hacia el norte y atravesada por dos fallas. Una de estas fallas se encuentra en el norte, cerca de Denia, y la otra en el sur, cerca de Jávea. Estas fallas presentan un fuerte desplazamiento vertical y una orientación aproximada de este a oeste. A lo largo del tiempo, los agentes erosivos han esculpido la morfología actual de la caliza que compone la zona. Destacan especialmente los acantilados del cabo de San Antonio, los cuales han sido modelados por la constante erosión del mar contra la resistente roca.
En el video que les comparto en los comentarios, me adentro en sus profundidades vertiginosas, allí donde el vértigo se encuentra con el alma del paisaje. Me dejo envolver por su lenguaje más auténtico: el viento, con sus ráfagas que dialogan con una llamada interior.
-Pintor Alejandro Cabeza.