El cabo de San Antonio, ubicado entre Denia y Jávea, forma parte del parque natural del Macizo del Montgó. En esta área, se encuentra una reserva marina que protege una zona de transición entre las costas bajas y arenosas con materiales detríticos del golfo de Valencia, y los acantilados de hasta 150 metros que son típicos del norte de la provincia de Alicante. Estos acantilados están protegidos por el parque natural del Macizo del Montgó.
La combinación de estos elementos crea un relieve submarino variado, lo que permite la existencia de varios ecosistemas. Tanto el Montgó como el cabo de San Antonio forman parte de la última unidad del sector Prebético. Los materiales que se pueden observar en esta área datan desde el Cretácico inferior hasta el Cuaternario.
El área muestra una suave flexión sinclinal, ligeramente
inclinada hacia el norte y atravesada por dos fallas. Una de estas fallas se
encuentra en el norte, cerca de Denia, y la otra en el sur, cerca de Jávea.
Estas fallas presentan un fuerte desplazamiento vertical y una orientación
aproximada de este a oeste. A lo largo del tiempo, los agentes erosivos han
esculpido la morfología actual de la caliza que compone la zona. Destacan
especialmente los acantilados del cabo de San Antonio, los cuales han sido
modelados por la constante erosión del mar contra la resistente roca.