Cala Granadella - Xabia

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Cala Granadella / Óleo sobre tabla  de 61 x 46 cm / Pintor  Alejandro Cabeza 


La Granadella es una cala de la Marina Alta, en el término municipal de Jávea, cerca del cabo de la Nao. La cala y los acantilados colindantes son uno de los pocos espacios que nos quedan libres de urbanizaciones en la costa. Un paseo por la zona nos ayuda a comprender cómo eran estas tierras antes del desarrollo urbanístico. Se accede a ella a través de una carretera del mismo nombre, que se toma desde la Ctra. Cabo de la Nao, a unos 2 km aproximadamente antes de llegar a él. Desde la misma carretera de la Granadella se puede acceder al Mirador, y desde el parking de la cala empieza la ruta de senderismo del Castell de la Granadella. 

En la parte derecha de esta Cala encontraréis unas escaleras de madera: Esto es el comienzo de una pequeña senda que te permitirá bordear durante casi media hora la pequeña curva que forma aquí la susodicha playa. Es un caminito entre rocas, de vez en cuando te tocará mojarte los pies o dar algún salto con algún que otro riesgo. Hay que llevar un poco de cuidado ya que cabe la posibilidad de que en alguno de estos pasos estrechos te caigas y te hagas bastante daño. Sin llegar a ser alarmistas, por supuesto, ya que por aquí pasan toda clase de críos y personas mayores,...Simplemente hay que llevar un poco de cuidado...


El mar mediterraneo

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"El mar mediterraneo"  en un óleo sobre tabla de 33 x 22 cm / Pintor Alejandro Cabeza

El Mar Mediterráneo ha sido testigo de una rica historia que se remonta a miles de años. Ha sido una importante vía de comunicación y comercio para muchas civilizaciones antiguas, incluyendo los fenicios, griegos, romanos y cartagineses. Su ubicación estratégica ha influido en el desarrollo cultural, económico y político de las regiones que lo rodean.

Hoy en día, el Mediterráneo es un popular destino turístico debido a su clima cálido, hermosas playas y una amplia variedad de culturas y tradiciones. Muchas ciudades costeras como Barcelona, ​​Atenas, Roma y Niza atraen a millones de visitantes cada año. Además del turismo, el mar también es utilizado para la pesca, el transporte marítimo y la extracción de recursos naturales como el petróleo y el gas.

Sin embargo, el Mar Mediterráneo también enfrenta desafíos significativos. La contaminación, la sobrepesca y el cambio climático amenazan la salud y la biodiversidad de sus aguas. Además, los conflictos políticos en la región han afectado la estabilidad y la seguridad marítima en ciertas áreas.

Diversas organizaciones y países han tomado medidas para abordar estos problemas y preservar el Mar Mediterráneo. La Unión Europea, en colaboración con los países costeros, ha establecido programas para reducir la contaminación y promover la sostenibilidad pesquera. También se han creado reservas marinas y se han implementado regulaciones para proteger especies en peligro de extinción.


Costas de Menorca

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"Costas de Menorca" en un óleo sobre tabla de 46 x 33 cm / Pintor Alejandro Cabeza

        El caballero ha escogido un escenario especial para esa última batalla. Ha decidido ir en busca de su postrer aventura frente al mar. Las olas que avanzan y retroceden desde tiempos inmemoriales parecen invitarle a perseguirlas. A sus espaldas, el viento hace girar continuamente las aspas de uno de los muchos molinos que pueblan la isla, una tierra perennemente azotada por los vientos.

Si puede elegir, prefiere deponer sus armas en un lugar donde las gentes aún tienen tiempo de pararse a escuchar las alegres voces del mundo. No los llantos del valle de lágrimas ni los sollozos de los penitentes, sino los cantos del agua y el aire. Escoge como última morada un lugar en el que el pasado aún tiene cabida, donde las gentes todavía se conocen por sus nombres y las puertas nunca se cierran con llave. Un lugar sin bancos, oficinas de correos o policía. Donde vacas y ovejas pastan libres por los campos.

Hace ya tiempo que pospone ese encuentro; es hora de acudir a la cita. Aunque la carne es débil, ha llegado el momento de enfrentarse al contrincante más temido. El espíritu está pronto.

Mientras espera a su oponente, el caballero mira hacia el horizonte, escruta la sutil línea que separa cielo y mar. Una línea apenas perceptible, casi permeable, gracias a la cual los dos azules se funden en uno sólo. Una fugaz sonrisa cruza sus finos labios. El rostro anguloso y normalmente severo se relaja por unos instantes. Quizá su padre se equivocase después de todo. Quizá las fronteras del cielo no sean tan inexpugnables.

(Salomé Guadalupe Ingelmo, fragmento de En las playas de Barcino)